La danza es la acción o manera de bailar.
Se trata de la ejecución de movimientos al ritmo de la música que permite expresar sentimientos y
emociones. Se estima que la danza fue una de las primeras manifestaciones
artísticas de la historia de
la humanidad.
La danza implica la interacción de
diversos elementos. El movimiento del cuerpo requiere
de un adecuado manejo del espacio y de nociones rítmicas. La intención del
bailarín es que sus movimientos acompañen a la música. Por ejemplo: una música
de ritmo lento y tranquilo requiere de pasos de danza pausados y poco
estridentes. La expresión corporal también se apoya en la vestimenta utilizada durante la
danza.
Es importante tener en cuenta que el
predominio del ritmo o del uso del espacio puede variar de acuerdo a la danza
en cuestión. Otros factores que exceden a la danza en sí, como la mímica y el
canto, también forman parte del baile.
Se conoce como coreografía a una estructura de movimientos
predeterminados que se lleva a cabo a la hora de ciertas danzas. La coreografía
indica los pasos a seguir durante el baile: se trata, por lo tanto, de
movimientos que no son espontáneos, sino que obedecen al diseño de un
coreógrafo.
Las coreografías adquieren mayor relevancia
en los espectáculos de danza donde bailarines profesionales suben a un
escenario con la intención de montar una obra artística. Las danzas rituales o los bailes informales, en cambio, no
suelen seguir ningún tipo de coreografía. En estos casos, cada bailarín elige
con total libertad los pasos a seguir.
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